Durante mucho tiempo hemos sabido que uno de los principales factores de riesgo para el cáncer de colon es el consumo de carne roja. Esto lo hemos sabido por grandes estudios epidemiológicos en los que hemos encontrado una correlación entre la cantidad de carne roja consumida y la incidencia de cáncer. De manera complementaria a esto, estudios en animales de laboratorio han corroborado este hallazgo.
Se han propuesto varios mecanismos para explicar este fenómeno, entre los que se encuentra la cantidad de grasas saturadas y diversos componentes de la carne cocinada.
El cáncer es una enfermedad causada por mutaciones en el ADN que están en general causadas por errores en las células, inflamación o por agentes carcinógenos ambientales. Los grandes consorcios de secuenciación del genoma del cáncer (TCGA y ICGC) han permitido generar "firmas" genéticas que pueden identificar los posibles agentes causales de estas mutaciones. Por ejemplo, es posible saber por el tipo de cambio (mutación) del nucleótido de ADN y los nucleótidos cercanos si una mutación fue causada por componentes específicos del humo del tabaco en el cáncer pulmnar.
Un estudio reciente publicado en la revista Cancer Discovery investigadores del Dana Farber Institute secuenciaron los tumores de 900 pacientes con cáncer de colon, encontrando una firma genética que indicaba alquilación (una forma de daño) del ADN, correlacionando esta firma con el consumo previo de carne roja, pero no de carne de pescado o pollo. Esta firma estaba presente precisamente en los genes que se conocen como causantes de cáncer de colon, como KRAS y PIK3CA.
Con esto tenemos el arma humeante del daño. Ahora falta encontrar cuales son las moléculas causales específicas para poder realizar prevención del daño.
Dra Vilma Maldonado
Dr. Jorge Meléndez Zajgla